
sobre la forma de ser de los finlandeses, pero ahora trataré de hacer una descripción más detallada y profunda de dicho "fenómeno", por lo menos ante los ojos y experiencias comunes de la mayoría de los extranjeros (incluido yo, claro). Digo fenómeno no en sentido despectivo, si no mas bien en el sentido de que su manera de ser sorprende y se le hace extraña a cualquiera que provenga de otra parte del mundo, sobre todo a los latinos y más específicamente a un dominicano.
Si bien es cierto que cada país dice que no hay nadie como sus ciudadanos, les puedo asegurar que los finlandeses son una especie única en el mundo. Porque es que las combinaciones radicales que se encuentran en la personalidad común finlandesa, no son nada lógicas y dudo que se repitan en otra parte del planeta.
Como he dicho anteriormente, aquí en Finlandia he tenido la oportunidad de conocer personas de todas partes del mundo, y aunque siga pensando que los dominicanos somos "clase" aparte, tengo que admitir que las cosas comunes que he encontrado entre dominicanos, venezolanos, colombianos, brasileños, chilenos, mexicanos, españoles y hasta gringos, son tantas, que me han hecho pensar que después de todo, no somos tan distintos.

Sin embargo con los finlandeses no pasa igual. Mi impresión en general es que entre Finlandia y las vecinas Rusia y Suecia, hay más similitudes en el clima que entre su gente en sí. Así que ni hablar de lo común entre un latino y un finlandés.
Parece que el tener una población sumamente baja, de apenas 5.1 millones de habitantes (menos de la mitad que los mal contados 11 millones de dominicanos), en un país relativamente grande (al menos 8 veces Rep. Dominicana) y con un idioma que debido a su grado de dificultad (entre los más difíciles del mundo), complica el acercamiento y establecimiento de inmigrantes, han hecho del finlandés un individuo prácticamente atípico.
Pero bueno, tampoco es que sean extraterrestres, es solo que no son a lo que uno está acostumbrado ni a lo que hemos visto en las pantallas. Por eso me voy a atrever a hacer algunas comparaciones entre lo que considero un finlandés común y un dominicano común.
Para empezar, los finlandeses son extremadamente tímidos, tanto a la hora de hablar e interactuar con otras personas (sobre todo con desconocidos), como para mostrar sus emociones. El dominicano por lo general no lo es, hablamos hasta por los codos, ya sea con un amigo, con alguien que acabas de conocer o simplemente con cualquier extraño que te encuentres en alguna fila de un banco o un supermercado: que si Sammy la botó, que en mi casa no hay luz desde ayer o que simplemente la calle esta dura y por ahí seguimos (jaja, sigo usando al Sammy para los ejemplos, aunque tiene unos años retirado ya, como se nota que uno se está poniendo viejo, me recuerda a los "papás" de uno, que todavía hablan de Marichal y los hermanos Alou, como si estuvieran jugando todavía).


Los hermanos Alou y Juan Marichal, en sus verdaderos tiempos

Rara vez encontrarás a un finlandés saludando a un extraño. Apenas saludan a sus vecinos. Yo viví casi un año entero en un edificio de apartamentos, y nunca me enteré de quien vivía abajo, arriba, o al lado de mi. Supongo que muchas veces saludé a gente que andaban de visita, pensando que eran mis vecinos, jaja; aunque al final, si nunca los conocí, ¿Qué diferencia hace?


En una situación similar entre dominicanos, pasaría lo siguiente: el que quiere pero no tiene el periódico, cuando se percata de que ya terminaste, lo primero que te dice es "échamelo pa' acá" o simplemente te advierte con antelación "oye papá, cuando termines, ya tu sabes!!". Osea, no hay más nada que hablar!

Los finlandeses tienen la peculiaridad de que a pesar de que casi no hablan, cuando lo hacen, hablan duro, y a la misma vez son capaces de hablar sin tomar pausas, incluso hablan mientras inhalan el aire para respirar. Todo un espectáculo!
También tienen la particularidad de que cuando hablas, dificilmente te interrumpen. Hasta que no acabes tu idea no interfieren en ella. Como debería de ser ¿no? Pero para un dominicano esto es difícil de asimilar, porque puedes llegar a pensar de que en realidad no te están prestando atención, ya que estamos acostumbrados a que todo el mundo te interrumpa antes de que acabes de decir lo que estás "tratando" de decir. Se nos ha hecho normal, oír voces (o gritos) entre el inicio y el poco probable final de un comentario.

Ya sabemos que el finlandés no es el ser más sociable que digamos, pero existen varios factores o situaciones que anulan por completo todo lo dicho anteriormente. Es donde considero que el finlandés pierde dicha timidez social que lo caracteriza. Primero: obviamente el alcohol. Cuando el finlandés toma se transforma totalmente en otra persona. Habla, canta, hace amistades efímeras y sociabiliza como el más simpático de los dominicanos. Sé que pensarán que esto ocurre con todo el mundo, pero la diferencia está en que por ejemplo, el dominicano cuando toma, pasa de ser sabroso a sabrosísimo y no de no decir una palabra a entablar conversación. No es lo mismo pasar de gris oscuro a negro, que de blanco a negro; hay una gran diferencia. Lo segundo es, cuando estás de visita un sus casas. Aquí el escudo callejero en el que se esconden cuando están fuera desaparece y le puedes llegar a escuchar algunas palabras entre los labios y hasta oirlos explicar algo detalladamente. Y tercero: el verano, que aunque no siempre los hace hablar, por lo menos les da el ánimo para devolver un saludo o alguna sonrisa.


Es más fácil encontrar pingüinos en Boca chica en plena semana santa, que encontrar un finlandés que esté tratando de engañarte, robarte o queriéndote sacar injustamente provecho de algo. Si creen que estoy exagerando (que lo estoy), aquí algunas cosas con las que me he topado desde mi llegada:
Lo primero con lo que "flipé" (vuelve el perro arrepentido), es que aquí normalmente las compañías o encargados de darle mantenimiento al edificio de apartamentos donde vives, poseen llaves de tu casa, y pueden entrar a ella si el caso lo amerita. Está claro que no pueden entrar sin tu permiso, pero tampoco es que te lo piden directamente. Como fue el caso de nosotros en el edificio donde vivíamos. Una vez se necesitaba dar mantenimiento a las calefacciones de los apartamentos, estos enviaron simplemente una nota, diciendo que de tal día a tal día, entre estas horas, estaremos yendo a las casas. Si tu estabas, entraban, sino, también. Normalmente tocan 3 veces, si no responde nadie, entonces entran y se ponen a trabajar donde sea necesario. Esto mismo se repitió otro día con las tuberías de la cocina.

A mi eso me pareció increíble, ¿Confiarías tu en Dominicana, las llaves de tu casa a un total y desconocido plomero? "Oye Juan, llámate un plomero, toma dale las llaves de la casa y dile que si no hay nadie en ese momento, que entre y que por favor arregle la tubería del baño", jaja jamás!!! Allá lamentablemente (y necesariamente) tenemos que tener 2 o más cerraduras en las puertas, sin olvidar los más que decorativos hierros en cada una de las ventanas de la casa o apartamento (independientemente de que vivas en un primer o séptimo piso, se han visto casos.....). Es la única forma de dormir "medio" tranquilo.
Otra cosa que me sorprendió y me sigue sorprendiendo, es la probabilidad de que aparezca algo que prácticamente has dado por perdido. Incluso cuando no te has dado cuenta que has perdido algo, es probable que recibas la grata sorpresa de que alguien lo ha recuperado y que está en plena disposición de devolvértelo, sin ningún tipo de interés monetario $$.
Muchas veces, incluso cuando no has dejado nada que te vincule al objeto perdido, es muy posible que tengas suerte y lo recuperes. Como ha sido el caso de un amigo mexicano, quien me contó que una vez olvidó su cámara digital en un famoso parque público de Helsinki y que efectivamente, como el esperaba, cuando regresó al lugar de los hechos, ya la cámara no estaba. Para su sorpresa, la persona quien encontró y tomó la cámara, había dejado una nota en el mismo sitio, indicando su número de teléfono y que en caso de que encontrara la nota, lo llamara para ver a donde podía llevársela. Así mismo, ni siquiera donde la puedes ir a buscar, sino a donde puedo llevártela.
No se sorprendan si en Dominicana te encuentras incluso con la situación en que alguien ve a alguien olvidando algo en un sitio y en vez de avisarle, prefieren esperar que se vaya y tomar lo que haya dejado. Afortunadamente no todos los dominicanos actuamos igual, y todavía de vez en cuando aparecen personas honestas también.
De la misma manera y por separado, dos amigos me han dicho que han olvidado sus celulares en autobuses. En uno de los casos, quien lo encontró llamó a uno de los contactos del dueño y en otro caso, el mismo chofer del autobús se encargó de ubicar al dueño y describirle la ruta que iba a cubrir, para que este fuera a la parada más conveniente y entregárselo. A todo esto le sumamos las anécdotas de personas que encuentran dinero, preguntan a quien le pertenece o simplemente lo llevan a la recepción del lugar donde estén. Es sencillamente increíble!!

Con la misma varita de justicia, la oficina de transporte público ha anunciado esta semana que para compensar a los usuarios por los retrasos que han tenido los trenes y autobuses ultimamente, debido a la gran cantidad de nieve que ha caído; todos los tickets del mes que viene, estarán con un 25% de descuento. Y no era que no había trenes ni autobuses, había la misma cantidad y pasaban con la misma frecuencia, es solo que no salían o llegaban a la hora estipulada en los horarios establecidos, lo cual no permitía al ciudadano planificar cuando salir o llegar exactamente a un sitio. ¿Se imaginan los dominicanos las omsas a mitad de precio, porque la semana pasada llovió mucho y no pudieron salir unas cuantas unidades? Sueña pilarín!!!!


Los puntuales trenes y autobuses de Helsinki

Flamante OMSA, quedada en medio de la 27
De todas las cualidades que definen al finlandés común, me quedo con una: "La modestia". Aquí es donde verdaderamente puedes encontrar una diferencia abismal entre nuestras culturas. Para mí, que vengo de una sociedad en donde las personas se miden por el modelo de carro o celular que tengas, el encontrarme con esta falta de ostentación ha sido como una bocanada de aire fresco. Un ambiente en el que he tenido y querido adaptarme.La modestia en general es uno de los valores mas importantes y mejores vistos en toda Finlandia. Extrañamente encontrarás a un finlandés alardear sobre sus posesiones o sacando pecho por sus logros personales. Aquí es de buena conducta tomar al otro en consideración y de no hacerlo sentir ofendido bajo ninguna circunstancia.
Pero ya!!, basta de alabanzas y vamonos a las a veces tediosas comparaciones. En este caso tediosas porque sin haber escrito nada aún, sé que lamentablemente en este departamento los dominicanos (en mi opinión) salimos perdiendo. O mejor dicho, nos quedamos atrás, porque al fin y al cabo esto no se trata de ganar o perder.

A un finlandés le piropeas algo, y te dice que no es nada y que le costó muy poco. A un dominicano le piropeas, por ejemplo, una camisa y educadamente te responde: "gracias, a la orden", aunque en la mayoría de los casos sabes que en verdad lo que quizo decir fue algo así como: "pa' ti y pa' mi, pero na' ma' la uso yo"; y claro, luego prosigue a decirte cuanto le costó y donde la compró.

La diferencia entre nuestros países radica en que la República Dominicana (desde que tengo uso de razón) ha sido siempre un país que de una forma u otra fomenta la desigualdad social, que le gusta las clasificación económica, y en donde han hecho del "cada quien jala pa' su lao'" un deporte nacional, olvidando así la importancia del trabajo colectivo y del bien común. Y por otro lado, soy testigo de que en Finlandia se promueve y respira igualdad, tanto de género como de oportunidades individuales. Aquí el hijo del más "rico" estudia en la misma escuela (pública) que hijo del más "pobre", entre comillas porque la gran masa poblacional se encuentra en una constante "clase media", con unos que otros destellos hacia arriba y abajo.

De la misma manera que en la tienda, Tarja Halonen estuvo hace un tiempo, en la misma sala de cine que un compañero de clases, a solo 3 filas de asientos de diferencia. En una tanda común y corriente, abierta para todo el mundo. De Leonel en el cine, mejor ni hablar.


Agentes de la AMET, listos para escoltar al Sr. presidente de la República
Pero no todo es diferencia entre dominicanos y finlandeses. Hay algo que tenemos en común: El nacionalismo. Que aunque este se presente de distintas formas, al final lo sentimos de la misma manera.

El finlandés normalmente pone por delante a todo producto que tenga el sello de "made in Finland", tanto así, que están dispuestos incluso a pagar más por ellos. Yo no entiendo mucho de economía, pero mi experiencia dominicana en supermercados me ha enseñado que "importado" significa más caro y "nacional" más barato, en productos de la misma línea. Pero aquí en Finlandia pasa todo lo contrario, lo hecho en Finlandia casi siempre es más caro y te puede llegar a costar hasta el doble de lo que cuesta el producto importado. Soportan y confían en sus productos, y por eso están orgullosamente dispuestos a pagar más, ya que también reconocen que apoyar sus productos significa sostener su economía. Afortunadamente los productos son, por lo general, de excelente calidad y casi siempre pensados en la ecología de los mismos, algo muy escencial para los finlandeses.


Tenemos por ejemplo, a los atletas dominicanos, específicamente los peloteros. Esos que nos hacen gozar todos los años y que siempre ponen la bandera por todo lo alto y de los que de verdad nos sentimos orgullosos. Pero detrás de todo esto está el hecho de que por no haber tenido la oportunidad de recibir una educación adecuada, se han visto obligados (ya sea por imposición de los padres o por alguna otra razón) a optar por prácticar un deporte, con la millonaria ilusión de salir de su situación. ¿Entonces? ¿De qué debo sentirme orgulloso? Me siento bien por el que lo logra, pero lamentablemente la mayoría se queda en el camino, sin educación y sin nada. Pero lo más curioso es que aquellos que lo logran, están injustamente agradecidos de ser dominicanos.
A los dominicanos nos gusta tomar el crédito por los logros individuales de cualquiera que tenga algo de "dominicano" en las venas, y venderlo como producto netamente local. Ahí tenemos los conocidos casos de gente como Félix Sánchez, Zoe Saldaña, Michelle Rodríguez, Alex Rodríguez entre otros, quienes han llegado donde están porque otros países han creído e invertido en ellos. Pero a la hora de llegar a la cima es cuando más nos interesamos en "adoptarlos" y reconocerlos como dominicanos.
Pero nada de esto le quita fuerza al apoyo incondicional que le damos a los "nuestros" a la hora de resaltar internacionalmente. Es una capacidad digna de admirar, y más teniendo en cuenta lo poco que invertimos para que alguien con talento se desarrolle.
A pesar de todo, sí existen cosas en las que verdaderamente siento que estoy orgulloso de ser dominicano, de esa capacidad de sonreir ante la adversidad, de la de sociabilizar, de lo relajados que somos, de sentirnos hermanos en cualquier lugar donde nos encontremos, de tener presente el valor familiar que tanto escasea por estos lados y de la servicialidad que nos caracteriza. Definitivamente un sello orgullosamente:

Para ya finalizar con el tema del finlandés común (que no paro de irme en una), no se que

Dicen que es difícil hacer un amigo en Finlandia (no lo dudo), pero que cuando lo consigues es para siempre. Aunque esto me suene más a respuesta defensiva ante la falta de sociabilidad que se les acusa, espero que sea cierto y poder comprobarlo satisfactoriamente.
Nota: Feliz día de Independencia a todos los dominicanos, espero que no sigamos olvidando lo que esto realmente significa.